07:55
minutos de lectura
|
Hoy en día normalizamos hacer una transferencia electrónica a un amigo en cuestión de segundos. Sin embargo, la realidad es que hasta hace no mucho esto era algo “ajeno” para gran parte de la población mundial.
Un flashback personal
Hace exactamente 13 años atrás, en 2011, mi primo Alberto estaba feliz porque había recibido su primera mensualidad como arquitecto. En ese momento, su empresa le había pagado con un cheque. Así que ese mismo día lo acompañé al banco y vi con curiosidad cómo llenaba una planilla de depósito con los datos de su cuenta personal mientras hacíamos la larga fila. Posteriormente, la entregó al cajero de turno junto con el cheque. En unas 24 horas aproximadamente, el dinero ya aparecería en su cuenta.
Es realmente sorprendente que hoy, 13 años después, esto suene tan lejano para gran parte de las personas. Y en definitiva, todo esto es gracias a los importantes avances que han experimentado los sistemas de pago, migrando desde lo análogo a lo digital en los últimos años.
El salto a la eficiencia y la inclusión
Esta evolución no solo ha tenido un impacto en la eficiencia de los procesos de pago, sino también en la inclusión financiera de muchas personas. Según datos del Banco Mundial, la proporción de adultos en las economías en desarrollo que hace o recibe pagos digitales creció del 35 % en 2014 al 57 % en 2021.
La pandemia tuvo mucho que ver con que esta adopción se diera de forma más apresurada, dada la necesidad que había de hacer trámites financieros sin tener que acudir a una sucursal física o de usar efectivo, lo que era contraproducente en ese momento.
Según la base de datos Global Findex 2021, este crecimiento redujo la brecha de género en la titularidad de cuentas y generó resiliencia de los hogares para gestionar mejor las crisis financieras.
“La inclusión financiera es importante y es la piedra angular del desarrollo. Cuando las personas tienen una cuenta financiera, pueden aprovechar otros servicios, como el ahorro, los pagos y el acceso al crédito”, explica el Banco Mundial.
¿Y las empresas?
Así como las personas, las empresas también se han beneficiado de la democratización de los pagos digitales, viendo los beneficios en muchos aspectos, como eficiencia, seguridad y flexibilidad. Algunos de los beneficios que han traído los pagos digitales a las empresas son:
Pueden ahorrar tiempo y dinero evitando el procesamiento de cheques, efectivo y otros medios tradicionales.
Disponen de más seguridad en los pagos, ya que utilizan medidas como la encriptación de datos y la autenticación de usuario.
Pueden hacer un seguimiento más fácil y preciso de las transacciones, ya que toda la información queda en línea.
Pueden hacer transacciones desde y hacia todo el mundo sin restricciones. Esto es especialmente útil para las empresas B2B que tienen clientes y proveedores en diferentes países.
Pueden mejorar la experiencia del cliente y las relaciones comerciales, debido a la variedad de opciones de pago que se pueden ofrecer.
El aporte de las fintech
Las empresas de tecnología financiera han tenido un rol fundamental en el desarrollo y democratización de los sistemas de pago, ya que ofrecen una amplia gama de servicios que van desde pagos y transferencias electrónicas hasta préstamos, gestión de inversiones, seguros, asesoramiento financiero, financiamiento colectivo (crowdfunding), entre otros. Sin mencionar que han aportado a la inclusión de personas y empresas que antiguamente y, por distintos motivos, no recibían ciertos beneficios del sistema financiero tradicional.
Gracias a las fintech tanto personas como empresas pueden administrar billeteras digitales, hacer pagos a través de reconocimiento facial, entre otros beneficios que sin duda impactan en sus recursos y operación.
Hoy las empresas cobran más fácil
Sin duda, los pagos digitales han venido a facilitar a las empresas el poder recibir su dinero de forma más rápida, ya que tienen la opción de ofrecer alternativas convenientes e instantáneas para que sus clientes puedan pagar en menor tiempo y desde cualquier lugar, a través de links de pago, suscripciones, pago en cuotas, entre otras modalidades que en el pasado eran impensadas.
Y tú…¿Ya ofreces métodos de pago en línea a tus clientes? Revoluciona tus finanzas con Duemint aquí
E-Book
Silvia Espinoza
Compartir